Escrito por: Miguel Angel
Algo difícil de explicar y de entender. Sólo el que la sufre puede llegar a entender algo, pero no del todo, porque una de las cosas que caracterizan a la depresión “es que no tienes capacidad de entender y analizar las cosas. Notas como te están dando tortazos, y no saber como reaccionar (por eso cuando estás en la cama llorando te encoges y te acurrucas”.
En primer lugar quisiera permitirme el lujo y el permiso, de expresar mi opinión, mis ideas, mis soluciones, etc., para esta enfermedad, con permiso de los facultativos médicos (Psiquiatras, Psicólogos, Médicos, etc.), ya que los respeto totalmente, ellos saben mucho de depresión, pero…, lo que sufrimos esta enfermedad también tenemos cosas que decir. (Yo por ejemplo llevo veinte años de carrera).
Desde este blog, animo a todas aquellas personas que quieran contar su caso, que lo manden y se publicará. Entre todos también podemos ayudarnos.
El concepto de depresión, para mí (tras tantos años de experiencia), sería todo lo opuesto al yoga, y por eso el yoga cura la depresión.
Yoga quiere decir unión (yugo), ¿Entre qué? Entre cuerpo, mente y espíritu. Vamos por partes, ya que esto suena muy raro:
- Cuerpo. Normalmente la gente que sufre depresión, suelen tener vida sedentaria, apenas hacer ejercicio, no se cuidan en las comidas, etc. (Yo pesaba hace un año 100 kilos, y ahora pero 82). Todos los ingredientes para que estemos débil, y nuestro ego (ya hablaremos de el más adelante), empiece a alimentarse, y empiece a subir a la parte de arriba, como es nuestro cerebro. Es decir el sistema nervioso parasimpático, el que regula las funciones fisiológicas que no podemos controlar (sistema digestivo, sistema circulatorio, etc), cada vez se va debilitando más. El centro de información de este sistema nervioso, se encuentra en la espalda y por eso el yoga le da tanta importancia a los movimientos de columna, al contrario que la mayoría de los deportes. Es decir poco a poco estamos más débiles.
- Mente. Como hemos dicho, poco a poco el ego va alimentándose, y nos convertimos en otra persona. El ego necesita cada vez más energía, y recurre a desgracias nuestras del pasado, y empezamos a negativizar el futuro. El presente ni nombrarlo, el ego huye del presente. Por eso cuando estás en un estado depresivo profundo, tu mirada está perdida, no quieres estar en el presente y por eso te acuestas en la habitación. En un estado más avanzado la mente se agota, no ve soluciones y aparece la idea de suicidio. Te encuentras más cansado todavía, y ya te afecta a los músculos.
- Espíritu. ¿Esto si que resulta raro verdad? Pues bien esto quien mejor lo explican son lo budistas: “Todos llevamos un buda dentro”. Hay algo en lo más profundo de nuestro ser que nos hace estar felices y ver felicidad en todo lo que nos rodea. Yo por suerte he pasado por esta experiencia, con lo cual os afirmo que es verdad, y os aseguro que no hay nada comparable. Esto sólo se consigue cuando uno está en silencio consigo mismo, durante un buen tiempo. Es como si vencieras al ego y llegases a ser quien eres. De todas formas a los que estáis pasando por una crisis, no os aconsejo que meditéis, ya que el efecto puede ser contrario.
TIPOS DE DEPRESIÓN.
Aquí ya si que es verdad, que según la escuela que cojamos, hablarán de unas o de otras. Otra vez me van a perdonar los facultativos, pero yo veo simplemente dos tipos de depresiones básicas:
- Depresión endógena o crónica. Tengo la gran suerte de tenerla yo. Es la peor de todas, ya que la depresión la tienes clavada dentro de tu ser, y tienes que luchar toda tu vida contra ella, porque sino vuelve a aparecer.
- Depresión exógena. Es la que se produce por causas externas (muerte de un familiar, enfermedades, etc.). Es también muy dolorosa.
Luego están depresiones de cambios de estación, depresiones por problemas económicos, y muchas más, pero yo las consideraría de segundo orden.
IMPORTANCIA DE LA DEPRESIÓN.
Sólo en 2001, la sanidad pública española se gastó en antidepresivos 465 millones de euros (más de 77.000 millones de pesetas) y, según la primera oleada de la Encuesta Nacional de Salud de ese mismo año, un 21% de la población sufre este problema.
Más deprimidos y más medicados. Este parece ser, a primera vista, el panorama de este trastorno en España: la Encuesta Nacional de Salud 2001 revela que la patología ha aumentado. También está creciendo el consumo de antidepresivos: la sanidad pública recetó casi 16 millones y medio de envases en 2000, más de 18 durante 2001 y, a juzgar por los primeros datos de 2002, este año la venta de estos fármacos siguió aumentando.
En este tema hay que hacer una observación. Yo soy el primero que toma antidepresivos (cada vez menos desde que estoy con el yoga), pero la medicación sólo te saca del fuego. Quien tiene que quitarse las brasas y vestirse eres tú. Además la industria farmacéutica es muy fuerte (con pocas palabras sobran).
Se calcula que en torno a la mitad de los casos de este trastorno permanece sin diagnosticar. Esto es algo de lo cual apenas se habla. Mucha gente no acude al médico por vergüenza, pudor, etc., y normalmente son los casos que recurren a otras cosas, para aumentar su satisfacción personal: drogas, alcohol, sexo, etc. Además, contando esto, ya tenemos casi la mitad de la población con depresión.
Más del 10% de los que sufren el trastorno se quita la vida, de modo que, todo el que haga un intento de suicidio, debería ser correctamente evaluado y tratado. Yo también he pensado muchísimas veces en el suicidio, pero hay que ser tremendamente egoísta para suicidarse. (Hay mucha gente que dejarás muy mal).
Mejores terapias. A pesar de que los nuevos antidepresivos han facilitado la lucha contra la depresión, todavía existe un número elevado de pacientes (entre un 20% y 40%) en los que fracasa el tratamiento. Hay que señalar que los antidepresivos sirven para salir, pero algunos tienen efectos secundarios Las principales causas de la falta de efectividad de los medicamentos, son el incumplimiento terapéutico por parte del enfermo, o que éste «no recibe la terapia que precisa: no se dan suficientes dosis y no se mantienen durante el tiempo que sería necesario», son las principales asignaturas pendientes se encuentran en esta línea: «Hay que conseguir que toda la gente que sufre depresión reciba tratamiento y que los fármacos funcionen más rápido».
Otra solución son las psicoterapias. A mí hubo un momento en que me dijeron que tenía que hacer psicoterapia toda mi vida, imaginaros el panorama. Yo personalmente no creo en la psicoterapia tradicional, a no ser que des con uno muy bueno (esto es como todo). A mí en un año la “Psicología Transpersonal”, me ha hecho gran efecto junto al yoga. Pero vuelvo a decir, en todos los deportes hay jugadores malos y buenos.
Según la Organización Mundial de la Salud, la depresión es la principal causa de discapacidad. En la actualidad, 121 millones de personas en todo el mundo, sufren depresión y la carga que representan las enfermedades depresivas está aumentando. La OMS advierte que una de cada cinco personas llegará a desarrollar un cuadro depresivo en su vida, y este número aumentará si concurren otros factores como enfermedades médicas o situaciones de estrés. A nivel mundial, la incidencia de esta enfermedad es hasta dos veces más alta en las mujeres que en los hombres. También se observa que la depresión afecta cada vez más a los jóvenes (recordad los problemas de asesinatos en colegios por parte de jóvenes). La dependencia del alcohol y de otras sustancias, así como los suicidios son problemas graves y cada vez más difundidos que guardan estrecha relación con la depresión; a nivel mundial, 70 millones de personas sufren trastornos relacionados con el consumo de alcohol. Cada año se suicidan más de 800.000 personas. Los jóvenes son los que corren mayor riesgo, ya que muchos de los casos de suicidio corresponden a este grupo.
Además, la depresión es uno de los problemas más frecuentes en los enfermos que padecen otros trastornos, como demencias. En España las depresiones leves (52%) y las moderadas (36%) son las más frecuentes, aunque las depresiones graves, más discapacitantes y difíciles de tratar, afectan a un 11% de todos los pacientes con depresión. El 1% restante tendría depresión no clasificada por nivel de gravedad.
El estudio ESEMED/MEDEA (European Study of Epidemiology of Mental Disorders/Mental Health Disability: a European Assessment in the year 2000) evalúa la incidencia y abordaje de los trastornos mentales en varios países de Europa, entre ellos España. Según este estudio el 14% de los europeos desarrollará una depresión mayor en algún momento de su vida y el 16% padecerá un trastorno de ansiedad. Tres de cada cuatro europeos con un trastorno mental no recibe ningún tipo de tratamiento, y muchos de ellos no están ni siquiera diagnosticados.
Es decir, estamos en un problema cada vez más en aumento.
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